lunes, 14 de julio de 2008

Caleidoscopía

¿Qué se supone que tiene que hacer una persona para quererse más? ¿Cómo hace uno para respetarse a sí mismo? Hay personas que ayudan a querernos, queriéndonos. Pero cuesta animarse, cuesta asomarse a un nuevo cariño y afrontar la posibilidad de lastimar. La certeza de lastimar.

¿Hay algo más dañino que la autodestrucción? Y sin embargo tan común. ¿Por qué buscamos irnos? ¿Por qué necesitamos lastimarnos? La sociedad ya nos da demasiadas cosas para sufrir, y no nos alcanza. Tenemos que drogarnos, tenemos que flagelarnos, someternos a miles de dietas. ¿Acaso es la sociedad misma que nos quiere matar y nos usa a nosotros como propios asesinos?

¿Por qué no nos queremos como somos, y no como quieren que seamos? ¿Por qué nos cuesta tanto? Muchos sentimos placer al vernos rotos y sangrando y no nos damos cuenta que sangramos amor y que necesitamos amor para sanar.

¿Dónde está el verdadero valor de la vida? ¿Por qué confundimos el término ‘vivir’ con el de ‘sobrevivir’? Quizás la guerra se haya llevado las ganas de vivir, las ganas de valorarnos. Quizás el poder haya creado la marginación, la bajeza. Pero no podemos aceptarlo y dejarnos caer. Somos hermosos y no debemos abandonarnos por el miedo de vivir, con todo lo que ello implica.

Quizá lo que falte sea coraje para afrontar la vida, pero entonces ¿por qué nos falta ese coraje? Nadie dijo que vivir sea fácil, nadie dijo que ser feliz sea simple. Pero es posible y es hermoso y es humano.

Somos capaces de crear, de sonreír y de hacer sonreír. Somos capaces de generar vida y traer felicidad. Podemos dar y podemos recibir. Podemos aprender y compartir. Podemos pensar y sentir, podemos progresar y superarnos. Tenemos vida a todo nuestro alrededor, tenemos vida que nos sale por los poros. Y no la podemos ver, y no la podemos sentir. Y nos cuesta tanto vivirla… Creo que nos merecemos más de lo que nos damos.


¿Qué me pasa? Soy mucho más de lo que creo, y lo sé, pero no lo aprendo. Si no encuentro donde busco, ¿por qué sigo buscando allí? ¿Por qué siento que hay gente que me quiere más de lo que yo misma me quiero? Tengo miedo de no poder crear lazos por mi falta de amor, ¿cómo curo eso?


4 comentarios:

Sofía Tarditti dijo...

Lo podría haber hecho más lindo.. esto no termina acá.

Anónimo dijo...

ese cuento del libro que te voy a prestar es PERFECTO..te pondría mas, pero te dejo para que lo lea vos :) ese es el principio nomás, no te cagué mucho



feliz dia sofi :)
te quiero

Anónimo dijo...

nooo se borro :(
buen...
decia

HOLA COCAAAAA
y qe me re gusto lo qe escribiste..y qe me hiciste pensar vairas cosas(enrealidad esto ultimo no lo habia dicho aun) epro bueno, no lo voy a escribir por aca..
Y te dejaba un pedazo de Bestiario, de un capitulo RE lindo y nose, me encanta jaja a vos seguramente también te guste.

Nora que dice dormirse con luz, con bulla, entre las urgidas crónicas de su hermana a medio desvestir. Qué felices son, yo apago las luces y las manos, me desnudo a gritos de lo diurno y moviente, quiero dormir y soy una horrible campana resonando, una ola, la cadena que Rex arrastra toda la noche contra los ligustros. Now I lay me down to sleep...

Anónimo dijo...

Mmmmh..bueno, mejor te pongo un poquito mas..de ultima si no queres, no lo leas :P



A veces sé que tiene frío, que sufre, que le pegan. Puedo solamente odiarla tanto, aborrecer las manos que la tiran al suelo y también a ella, a ella todavía más porque le pegan, porque soy yo y le pegan. Ah, no me desespera tanto cuando estoy durmiendo o corto un vestido o son las horas de recibo de mamá y yo sirvo el té a la señora de Regules o al chico de los Rivas. Entonces me importa menos, es un poco cosa personal, yo conmigo; la siento más dueña de su infortunio, lejos y sola pero dueña. Que sufra, que se hiele; yo aguanto desde aquí, y creo que entonces la ayudo un poco. Como hacer vendas para un soldado que todavía no ha sido herido y sentir eso de grato, que se le está aliviando desde antes, previsoramente.