martes, 23 de septiembre de 2008
Escenas vulgares
Yo tenía un barquito chiquitito chiquitito... Y navegaba por un ancho mar y era feliz. Hasta que un día vino un viento feroz y nos tumbó a los dos... y ahora soy un pez.
-¿Cuál es tu función?- Preguntó el número veinte al nuevo.
-No tengo función
-¿Cómo que no? Todos la tienen
-Pero yo soy nuevo
-Ah, qué mala suerte- Dijo el número veinte.
Y el nuevo explotó, pero siguió siendo feliz. Entonces el número veinte salió al patio y se quedó charlando con el juego de dominó, que era más gracioso que la baraja de póker.
La verja de la casa daba a un jardín secreto, lleno de sueños, gnomos y hadas amarillas. El jardín era infinito, y había mucha gente que le tenía miedo. Pero Pía era su mejor amiga, y solía pasar horas descubriendo cambios y nuevas partes. Siempre que se perdía, un hada amarilla le decía el camino de regreso. Y así pasó el tiempo y Pía se convirtió en un hada amarilla, y jamás pudo volver a salir.
Publicado por
Sofía Tarditti
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7 comentarios:
muy buenos, en especial el del número veinte y el as.
qué imaginación.. nadie dijo que fuese un as. Yo me la imaginé una K, que tiene corona, creo.. Sí, ese es el más lindo
yo no entendi el tema de q el 20 era un as.. y no estoy segura de haber entendido.. para mi no era un naipe.. jiji
me gustó mucho el primero, del barco.. muchas veces me he sentido así y una frase ha tratado de pasar a palabras lo que siento
"fui como un barco a la deriva" (Me Darás Mil Hijos)
el dialogo me hizo acordar a los cuentos de Asimov...
me firmaste el blog..
Si soy el molesto de los sabados de la brigada armando...=)
Que lindo ese jardín secreto!
Muy lindo el relato, saludos :)
tengo un problema con los relatos que no poseen un hilo conductor definido, y no poseen una lógica visible.. al igual que mi no-cordura, me encantan!
No entendi la relacion del titulo :(
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